Mallorca es mundialmente conocida por sus impresionantes paisajes, playas vírgenes, pueblos rústicos y brillantes bodegas. Las bodegas de la isla mediterránea cubren un amplio espectro de estilos y producen vinos de calidad excepcional.

Las bodegas de Mallorca se encuentran en algunos de los lugares más idílicos de la isla. Desde las localidades costeras de Santa Ponsa y Port de Pollença hasta los pueblos del interior de Binissalem y Santa María del Camí, hay numerosos lugares para explorar y saborear los vinos locales.

Entre las numerosas bodegas de Mallorca, hay algo para todos los paladares. Desde tintos con cuerpo y roble hasta blancos frescos y afrutados, los visitantes pueden encontrar un vino para disfrutar en cada momento. Una visita a una bodega en Mallorca brinda a los visitantes la oportunidad de probar algunos de los mejores vinos que ofrece el país.

Atelier Miquel Oliver y Bodega Son Prim son dos de las bodegas más antiguas y reconocidas de Mallorca.