Mallorca alberga algunos de los mercados más animados del mundo.
Los bulliciosos mercados están repletos de una gran variedad de bienes y productos, desde productos frescos y delicias locales hasta joyas hechas a mano y artesanía única. Muchos de los vendedores del mercado son artesanos o agricultores locales apasionados por su oficio. Su entusiasmo es contagioso, y es fácil pasarse horas paseando y disfrutando de las vistas y los olores de los distintos puestos.